domingo, 2 de febrero de 2014

Búsqueda







Y no te encuentro....

Aunque tampoco te he buscado realmente....porque lo importante de repente aparece en la vida, de improviso...sin más

Y aunque no estás en horas en las que esperaría una palabra tuya, como el sediento en el desierto busca sin cesar el oasis perdido, te siento como una sombra que guarda mis pasos, que vela mis sueños y protege mi destino.

Y si, extrañamente mientras camino por la calle transitada,  la  imaginación juega con mis  sentidos haciendo ver mensajes ocultos  en muros de cal blanca, y me obliga a buscar esa mirada de destello único en ojos ajenos y desconocidos.

Paso las horas esperando  sentir esa fuerza que emana de ti  y oír como en un susurro tus palabras de ánimo y aliento  en el ulular del una corriente de la fría mañana de invierno en la capital.

Y trato de encontrar cobijo bajo un rayo de sol en la inmensidad de la niebla que acecha y un arcoiris en la tormenta de nubes negras que se avecina desde el este.


Y sumido en el silencio sé que aunque no me llegue tu voz, existes  tras esa distancia, tan insalvable y tan corta, tan llena de baches y trampas pero de recorrido emocionante.

A veces un sólo gesto hace que todo valga la pena, porque sólo nosotros nos hacemos culpables de aquello que quizá ni siquiera nos hayamos dado cuenta que estamos viviendo, como una losa en la espalda....como un tiesto que pende sobre nuestras cabezas en el balcón del olvido....como un grito de libertad que nadie oye en la soledad...

Y tenemos la fuerza necesaria para cambiar el rumbo de nuestro barco, a veces varado, escollado en rocas o falto de viento...e izar la bandera hasta lo más alto del mástil y empezar de nuevo por una ruta en las que las mareas no nos dominen, porque el timón, no lo olvidemos....es nuestro.