Mi último escrito
del año, va a ir para ti…
Últimamente apareces
mucho en mis sueños, me cuentas cosas, me sigues dando consejos, te veo tan
nítida que incluso te toco y llega ese
roce tan suave de tu piel hasta las yemas de mis dedos, increíblemente real.
Y es que
decidiste irte de repente, bien es cierto que tras 98 años de vida, intensísima,
quizá era el momento de dejar esta jungla de locos y descansar de esa actividad
frenética que no te hizo parar ni hasta el
último día, enérgica, inquieta, intranquila, cabezota, constante y muy tuya…tanto,
tanto, que muchos secretos contados en mi oído se fueron contigo, para siempre
una mañana de Abril.
Te quise con
locura, te quiero y te querré hasta que yo también diga adiós, dicen que cuando
alguien se va y llega otra vida en un lapso muy corto de tiempo, siempre queda
algo del primero en el segundo, y lo confirmo, tiene esa sonrisa en sus labios,
esa mirada de amor en cada momento, como tú la tuviste conmigo, cada día.
Y además...
Cuando tuve
miedo, dormí contigo.
Cuando tuve hambre, me preparaste con esas
manos de ángel, el mejor de los manjares
Cuando lloré, secaste rauda mis lágrimas
Cuando estaba
cansada, me dejabas apoyar la cabeza en tu regazo y me dormía al instante
Cuando necesité
algo…..lo que fuese…..siempre pude contar contigo
Apostaste por mí,
desde siempre y sabes que fuiste la única que me apoyó en mi aventura , que
nunca me hizo un reproche por lanzarme al vacío, que cogía el teléfono cada día
desde que partí con esa alegría inusual y me contaba una y otra vez las mismas
cosas, repetidas, iguales, sencillas.
Nunca te
equivocaste, ¿sabes? Quizá me enfadé contigo alguna vez por opinar sobre cosas
que debías, pero mi adolescencia se
rebelaba contra tu sabiduría, siempre tuviste razón, paciencia xiqueta, va a
pasar esto, pero no te creía, quería
todo y lo quería ya…..
Desde esos ojos
claros, pasó una guerra civil, una hambruna, una lucha constante en la que te
convertiste en madre de cada uno de nosotros, de dos generaciones, cuidaste a
cada uno de tus sobrinos mejor que si los hubieras parido, amaste a cada uno de
tus resobrinos como si fuesen tus nietos y adoraste a cada uno de sus hijos….sé
que cuidas al mío, porque me lo dices en sueños, de vez en cuando, cuando la tensión
crece apareces, o más bien, te traigo yo, porque sólo pensar en ti me calma.
Y aunque ahora sonrío,
con la cara anegada en lágrimas, con un nudo que hasta me desgarra la garganta, sé
que perderte ha sido el trance más duro por el que he pasado hasta ahora, que sigo necesitando a menudo, que cuando
vuelvo a casa estás por allí, en la cocina, en la salita, en la terraza tomando
un poco de sol….
Tía Mayor, te veo
pronto en mis sueños, porque si algo aspiro en la vida, es convertirme en una
anciana como tú, en una mujer fuerte, tremendamente grande y con un corazón….ay
que corazón!!
Dale un besazo enorme
a la Yaya, a mis abuelos y al Tío Juanje….también los echo de menos, pero tú….tú
me haces falta cada momento.