Destellos

Estás creciendo, a marchas forzadas.....mientras me miras estás enfurruñado en el sofá, al otro lado con el NO a punto de salir de tu boca. 

¿Cuando aprendiste a desafiarme así? debes parecerte mucho a mi de niña....he de reconocer que me encanta. 

Tu personalidad aflora, cada vez más seguro de ti mismo, exigiendo aquello que no te gusta y pidiendo a gritos que se te haga un hueco importante en esta rutina de locos. 

Pero.....¿no te das cuenta, pequeño? todos los huecos son tuyos, cada rincón de mi corazón, cada paso que doy, es tuyo. Por derecho, desde el segundo uno de tu vida. 

No voy a pensar que vas a ser ni quiero que seas, simplemente ahora, en este instante aprovecho y te saco la lengua, no sabes que hacer....así que sonríes entre gruñidos....no te acercas por orgullo, un gran orgullo en un cuerpo tan pequeño, en una mente tan inquieta, un orgullo labrado con el paso de los años (4 años!!!) ....pero te lanzo un órdago, ¿me harás caso?....ven, te digo. 

Y alzas las cejas, achicas los ojos, dejas que esa furia incipiente salga por tus ojos pardos y me miras con esa rabia que no sabes ni de dónde ha salido diciéndome un NO tan grande como la O que forma tu boca en este preciso instante, dejando incluso los labios en esa postura durante un momento....poniendo esa cara de niño rebelde que sinceramente, endulza aún más si cabe tu rostro. Creo que ahora mismo me abalanzaría sobre ti y te comería entero....pero voy a entrar al juego y esperarte, porque te conozco.....

Te miro, me miras, te reto y me retas. Sé que la batalla la estoy ganando yo por edad, pero  tú aunque no lo sabes, ya has ganado la guerra.

Esto puede durar horas, y te digo que pintes y me dices No, te digo que juegues y me dices No, te digo que te rías y me dices No.

Y ahí estás impasible, tremendamente ufano de que te haga tanto caso y sin moverte de ese lado del sofá que has hecho tu trinchera.

Muy bien, es mi turno....así que decido callarme. Silencio y a lo mío.....sé que miras inquieto, que te revuelves e intentas llamar mi atención, pero yo estoy impasible al otro lado, haciendo como que no te veo....saltas del sofá, das mil vueltas, haces un ruido insoportable a cualquier oído humano, pero sigo inmóvil, centrada en otras cosas.....de repente el silencio, te acercas lentamente y me miras a los ojos.... fijamente, como si no me conocieses de nada, como si fuera la primera vez que me ves en tu corta vida 

Y entonces tu voz aguda y simplemente perfecta elucubra esas palabras exactas que hacen que me salte la fibra ....¿estás contenta mamá?  ¿Verdad que aún me quieres?

Y de repente me giro, con la velocidad que sólo una madre  puede tener y te anclo en mis brazos, mientras gritas como si el monstruo más horrible te hubiese atrapado entre sus garras

Que buenas son estas batallas, ¿verdad? esas que se ganan tan sólo en un segundo con unas cuantas cosquillas....muchas risas, miles de besos, alguna que otra voltereta y tanto amor.....

No crezcas tan rápido, mi pequeña  parte de mi.....por favor....detén el tiempo. 

Juega a ser Supermán, Hércules, Spiderman, una tortuga ninja o un vampiro eternamente.  Vuela, vence, salta, lucha y muérdeme la yugulina como tú dices, durante siglos. 

Quédate así. El mundo no necesita que crezcas, yo sí te necesito, hazme caso y quédate así....te lo agradeceré eternamente.